A la hora de instalar placas solares necesitamos de algunos requisitos como son tener un tejado apropiado y que tenga una buena orientación. Además, hay que pedir una serie de permisos, adquirir el material necesario, y legalizar nuestros paneles.
Aquí, lo mejor es permitir que una empresa especializada nos asesore y se ocupe de todo, de manera que nos deje la instalación hecha y legalizada.
Lo primero que hay que hacer si vamos a instalar placas solares es ver la orientación del tejado, algo que podemos comprobar nosotros con la brújula del móvil.
En España, y en el resto del Hemisferio Norte, la mejor orientación de un tejado a la hora de colocar paneles fotovoltaicos es la sur y la peor, con diferencia, es la norte. La orientación este y la oeste serían algo intermedio.
Cuando un tejado se orienta hacia el este nos irá bien si el grueso de nuestro consumo está en las primeras horas del día (el sol sale por el este), mientras que la orientación oeste será la mejor para familias que consuman más cuando se va terminando el día, que son la mayoría.
Si el tejado da al norte, el inconveniente se puede suplir instalando algún panel más y también hay que tener en cuenta el tema de las sombras, que es un problema, aunque ahora ya hay placas para las que no es algo tan grave recibir una sombra durante alguna hora al día.
Las placas solares se anclan sobre la estructura del tejado, no encima de las tejas, como muchas personas piensan, por lo que la cubierta de la vivienda debe estar en el mejor estado posible.
De hecho, es una buena idea repasarla o llevar a cabo algunos arreglos, pues de lo contrario habría que levantar toda la instalación fotovoltaica con el fin de realizar las reparaciones, algo que no es nada rentable.
Así, no vamos a poder colocar placas en el clásico tejado de pueblo con la estructura de palos y en un estado de conservación más que dudoso, puesto que habría peligro de derrumbe y de que las placas cayeran dentro de la casa o a la calle.
Ya conocemos cómo tiene que ser el tejado a la hora de poner los paneles, y lo siguiente es tratar con la Administración, lo cual no siempre es sencillo porque hay demasiadas.
Hay algunas comunidades en las que no hay que pedir permiso de obras a la hora de colocar placas (se ha hecho así con el fin de facilitar que todo el mundo las instale), pero hay otras en las que sí es obligatorio.
De esta manera, lo mejor es ir al ayuntamiento de nuestra localidad y preguntar. Allí nos informarán y si es necesario el permiso nos dirán lo que necesitamos para que nos lo concedan, que casi siempre es una memoria con lo que vamos a hacer, el presupuesto y pagar una pequeña tasa.
Una instalación doméstica se suele considerar como obra menor, por lo que lo peor será la molestia y la pérdida de tiempo, ya que o la licencia es gratuita o tiene un coste muy bajo.
Ya con el permiso de obras se puede empezar a situar las placas en la cubierta. Para ello lo fundamental son los propios paneles, de la mejor calidad posible, los soportes y los inversores.
Los soportes deben ser los adecuados a la zona en la que vivamos, ya que conviene que sean más fuertes de lo normal si estamos en un lugar con mucho viento y elevamos algo las placas, las cuales producirán un efecto vela.
En cuanto a los inversores, van a ser los que pasan la corriente de las placas a alterna y son el componente clave de la instalación, así que conviene no escatimar, adquirir uno de calidad, con un buen servicio técnico en España y que se pueda conectar vía app para extraer todos los datos.
Además, en el caso de que la instalación vaya a tener baterías, necesitaremos algunas y unos reguladores, que hacen que estas no se sobrecarguen y duren mucho más.
Existen distintas tecnologías, el litio es de las mejores, pero aquí hay que tener en cuenta el presupuesto del que disponemos, ya que las baterías lo elevan mucho.
No hay que olvidar que hará falta un cuadro eléctrico, fusibles, conectores, cables, etc., algo de lo que se encarga la empresa que nos hace la instalación.
Cuando las placas ya están produciendo sus primeros kW no quiere decir que el proceso ha terminado, sino que nos queda la última parte, la de la legalización de la instalación.
Esta tiene que estar legalizada, para lo cual la debe haber hecho (o validarla si la hemos realizado nosotros) un instalador autorizado que nos dará el CIE, el Certificado de Instalación Eléctrica y con el cual solicitaremos que den de alta nuestras placas en el Ministerio de Industria.
Con ello tendremos acceso a las diferentes subvenciones y también a que nos compensen por los excedentes.
Es imprescindible tener muy en cuenta la parte de los excedentes, puesto que si no hemos legalizado la instalación y los vertemos a la red, aunque sea sin cobrarlos, vamos a tener un problema con la compañía eléctrica.
Nos mandará una carta avisándonos de que detectan los excedentes y que, por lo tanto, necesitamos hacer que la instalación esté hecha conforme a la normativa eléctrica de baja tensión y autoconsumo.
Muchas personas no lo saben, pero si poseemos una instalación que vierte los excedentes debe tener un sistema que corte la electricidad si hay un apagón en la calle, lo que puede parecer contradictorio, pero tiene una explicación sencilla.
Se debe a que si hay un corte de luz por una avería y seguimos vertiendo a la red, los técnicos que vayan a realizar la reparación pueden tener un accidente. Ellos cortan la electricidad, de manera que los cables que tocan no tienen tensión, pero si nosotros o varios vecinos estamos inyectando electricidad sí que hay corriente circulando por los cables.
La energía fotovoltaica está considerada como una energía limpia, duradera y muy rentable....
La primera pregunta que todos nos hacemos antes de instalar placas solares en una casa es si son...